CUENTILANDIA

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Cuando la escuela está en casa

Familias que educan a sus hijos en el hogar piden una regulación para evitar casos como el del matrimonio de Irun que ha tenido que declarar en la Fiscalía
ANE URDANGARIN

SAN SEBASTIÁN. DV. Cuando tenía dos años, el hijo de Azucena Caballero era capaz de hablar con tal claridad que en la guardería hacía de 'intérprete' entre los adultos y otros niños. En sus dibujos no obviaba detalles como los cordones de los zapatos y manifestaba una curiosidad insaciable. No paraba de hacer preguntas. «A los cuatro años fue al colegio y se volvió literalmente apático. Perdió el interés. Llegaba a casa cansado y no le apetecía hacer nada e impedía darle el tipo de educación integral que quería». Las alarmas comenzaron a saltar cuando un día le dijo a su madre que no quería volver a tocar un lápiz. «Nos dio qué pensar». Y Azucena y su marido decidieron educarle en casa.

Ahora tiene dos hijos más y es vicepresidente de la Asociación para la Libre Educación (ALE), que agrupa a unos 370 socios y simpatizantes de toda España, entre ellos Ketty Sánchez y Michael Branson, el matrimonio irunés que educa a sus cuatro hijos en casa y que el miércoles tuvo que comparecer ante la Fiscalía de Menores, que les imputa un delito de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 486 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

En la asociación se muestran «muy sorprendidos» por este caso, «ya que no ha seguido el cauce habitual». Según explica Caballero, lo normal en estas situaciones es que, tras una reunión entre la dirección del centro y los padres, el caso pase a inspección de Educación, quien a su vez lo deriva a los servicios sociales del Ayuntamiento. «Es ahí donde tienen que comprobar si los padres incurren en una dejación de sus deberes. Lo normal es que redacten un informe favorable y no pase nada más. En el caso de que se detectara que los niños no están bien alimentados, que tienen falta de higiene, que no reciben educación... son los servicios sociales quienes recurrirían a la Fiscalía». La vicepresidenta muestra su sorpresa porque el inspector de Educación haya remitido directamente el caso al Ministerio Público.

La jurisprudencia está a favor de los Sánchez-Brandson, una familia que como otras decenas vive en la alegalidad. «Hay un vacío legal. La ley no lo prohíbe, pero la educación en casa no está reconocida como en Francia, Inglaterra, Irlanda, Bélgica, Portugal, Italia, Suecia, Canadá, EE UU, etcétera. En esto también España está a la cola», se lamenta la vicepresidenta de ALE. Desde la asociación llevan tiempo manteniendo contactos con distintas administraciones con el fin de lograr un reconocimiento y una regulación de su situación.

«Lo que queremos es que haya una normalización, que la sociedad lo vea como algo normal». Para ello, insiste Caballero, es preciso acabar con algunos malentendidos, como aclarar que la obligatoriedad que impone la Constitución se refiere a la educación, y no a la escolarización. «La escuela es un camino para obtener la educación, pero no es la única vía», recuerda. También subraya que la enseñanza en el hogar no tiene nada que ver con el absentismo, tal y como recalcó una sentencia dictada por un juez de Granada. «Y que, desgraciadamente, todavía hay muchos niños que necesitan la ayuda del Estado. Ir al colegio no garantiza tener cubierta toda una serie de necesidades».

Preferidos por Harvard

La educación en casa no es tan llamativa en otros países. En los Estados Unidos, por ejemplo, cerca de dos millones de niños aprenden sin ir a la escuela. El homeschooling funciona desde hace décadas, aunque fue hace tres cuando las familias comenzaron a agruparse y a movilizarse, especialmente en torno a Home School Legal Defense Association (HSLDA). «Por supuesto, ellos también tuvieron algún juicio, y al final consiguieron demostrar que la de educar en casa es una opción válida», explica Caballero. Los padres estadounidenses que optan por este camino «tienen la tranquilidad de saber que funciona. Hay estudios que avalan sus resultados y universidades de prestigio como Harvard tienen un departamento de admisión específico para homeschoolers, porque los prefieren a alumnos que vienen de centros presenciales».

La vicepresidente de ALE señala que los informes que llegan del otro lado del charco vienen a decir «que el niño que se educa en casa tiene un alto nivel académico independientemente del nivel socio-económico de los padres, mientas que en el colegio, curiosamente, sí afecta el nivel de los progenitores». A su juicio, esta conclusión tiene una explicación «muy sencilla, porque el padre que opta por el homeschooling, tiene muy claro a qué se va a dedicar y que va a estar ahí al 100%».

Exámenes por libre

Uno de los objetivos que persigue la Asociación para la Libre Educación es que vuelvan a instaurarse los exámenes libres para obtener titulaciones. «Que los chavales puedan presentarse por libre al examen de graduado en Educación Secundaria o al de Bachillerato». Las leyes educativas españolas no contemplan esta opción, por lo que estas familias han ideado diversas fórmulas -hay casi diez- para que las enseñanzas que sus hijos reciben en casa sean avaladas y convalidadas.

Una de las vías que emplean es incorporar a sus hijos al instituto cuando cumplen 15 años. De esta forma estudian allí el último curso de ESO.

Otra opción, como la que han elegido Ketty Sánchez y Michael Branson, es matricularlos en centros educativos a distancia. «Los títulos que mis hijos pueden obtener a través del colegio de California convalidan con los de aquí», ha recalcado Ketty a lo largo de esta semana ajetreada. Algunas familias con gran dominio del inglés suelen educarlos en ese idioma para que luego se presenten por libre a exámenes a través de instituciones educativas del Reino Unido.

Estos son algunos de los subterfugios que emplean los miembros de ALE, que siguen con gran interés el caso que se dirime en Gipuzkoa. La repercusión ha sido tal que en internet hay páginas en las que se apoya a esta familia y se solicita escribir o llamar a la Fiscalía de Gipuzkoa.

En la Asociación para la Libre Educación esperan que el Ararteko emita un informe sobre el homeschooling, después de que sus representantes se reunieran con la asesora jurídica del Defensor del Pueblo Vasco pero, antes de nada, confían en que la acusación pública acabe archivando el caso «después de verificar que los padres cumplen con sus deberes y la Constitución les ampara en la libertad de enseñanza».