lunes, 30 de julio de 2007

Sobre la Resistencia Silenciosa

6 junio de 2007 Hola, buen día Diariamente recibo mensajes sobre los diversos, graves y crecientes problemas de nuestra sociedad, esos problemas intentan ser resueltos en la mayoría de los casos, por medio de las formas, acciones, prácticas, costumbres, conductas, que al mismo tiempo son las causantes de esos mismos problemas. Considero que una forma más honesta de relacionarse con todos esos problemas y perversidades es mediante acciones cotidianas y radicales de “resistencia silenciosa” como probablemente las llama el gran maestro Ernesto Sabato. Menciono algunas de esas acciones cotidianas, concretas y radicales de resistencia silenciosa, que podrían aportarle mucho más a la sociedad: Intentemos decir de manera explicita todo lo que hacemos, pensamos y sentimos, es decir intentemos aumentar cotidianamente nuestro nivel de coherencia e intentemos reducir sustancialmente nuestro nivel de hipocresía y engaño. Intentemos no utilizar la violencia física o verbal en ninguna ocasión. Intentemos vivir cada vez con menos dinero. Solo busquemos el dinero mínimo necesario. Intentemos reducir cotidianamente nuestro deseo de fama y poder. Intentemos consumir lo menos posible. Sospechemos de todo lo que promueva la publicidad masiva. No creamos que lo importante y de calidad es lo que presentan los grandes medios de comunicación. Sospechemos de todo medio comunicación que se dice pequeño y alternativo pero pretende ser grande y poderoso. Intentemos consumir lo básico para nuestro proceso vital. Intentemos utilizar lo menos posible los servicios bancarios. No pidamos préstamos. No hagamos créditos hipotecarios. No compremos casa, ni aspiremos a ello. No compremos carro, ni aspiremos a ello. No compremos nada financiado por el sistema bancario. No compremos nada que no resuelve una necesidad básica. Intentemos dejar de creer que la felicidad esta en salir de compras. Intentemos dejar de creer que el sentido de la vida es comprar casa, carro, finca, televisor grande de plasma y más cosas. Intentemos decirle cada vez de manera más sincera todo lo que hacemos, pensamos y sentimos a nuestros jefes y jefas. Intentemos reducir cada vez más nuestro consumo de productos fabricados por grandes empresas y ojalá tampoco consumamos productos de empresas que pretendan seguir creciendo. Sospechemos de todo discurso y proyecto que requiera de fama y poder para su desarrollo. Intentemos no comprar los productos y servicios que producen o promueven los grandes medios de comunicación. Intentemos no mirar ni escuchar la programación de los grandes medios de comunicación. Sospechemos de toda persona que dice que esta ayudando a transformar la realidad pero necesita de bastante dinero para financiar su estilo de vida. Sospechemos de toda persona que dice que se esta sacrificando por el beneficio de los demás. Intentemos no ir a los lugares de moda de consumo: restaurantes, discotecas, centros comerciales, salas cine, salas de teatro. Intentemos hacer uso y disfrute intenso de las ofertas públicas “gratuitas” de cultura y recreación. Intentemos no pagar dinero por servicios y productos que se pueden conseguir de otras maneras. Sospechemos de toda acción política transformadora que pretenda salir registrada en los medios de comunicación. Sospechemos de toda persona que dice trabajar por la transformación de la sociedad que necesite para ello tener carro, casa, finca, ropa y otras cosas elegantes o de moda. Sospechemos de toda persona que se dice alternativa que pretenda ser famosa y poderosa. Sospechemos de toda persona que se dice que tiene mucho conocimiento, pero que su vida cotidiana, intima, familiar y social, es un desastre. Intentemos dejar de creer que si frecuentamos o tenemos vinculo cercano con personas famosas y poderosas, nosotros somos mejores personas. Intentemos invertir la mayor cantidad de tiempo para estudiar y buscar compresiones cada vez más profundas e integrales sobre los sentidos de la existencia. Intentemos hacer conciente nuestro proceso de crianza, educación y formación desde el inicio de nuestra propia existencia para que podamos comprender nuestras conductas actuales, muchas de ellas reproductoras de las causas de los principales problemas de nuestra sociedad. En los anteriores años he estado intentando aplicar de manera cada vez más radical, entre otras, las recomendaciones anteriores, hoy en día me siento mucho más libre y con mayor nivel de bienestar en mi vida. Me interesa seguir conversando e intercambiando experiencias sobre estos temas concretos y radicales de resistencia silenciosa. Muchas gracias y las mejores energías. Erwin Fabián García López Aprendiz radical de ser humano.

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